En Vintopía trabajamos pricipalmente con variedades autóctonas como la Cencibel y por supuesto la Airén, tan arraigada a estas tierras manchegas.
En el caso de la variedad Airén, ha estado mucho tiempo denostada precisamente por su capacidad de ser altamente productiva, dejándola como una uva de segunda o de tercera. Pero, si vamos un poco más allá y vemos que con unos rendimientos más coherentes con el medio ambiente y con la propia cepa, podemos elaborar distintos vinos (en la actualidad tenemos 4 diferentes) con un sinfín de matices; es por lo que solo buscando una agricultura sostenible, de rendimientos sostenibles o coherentes, como queramos llamarlo, encontramos la forma de elaborar unos vinos con infinidad de aportes y que además son la expresión del clima y de la tierra donde se producen.